• domingo, 30 de agosto de 2009


    Vida plena

    Había una vez un niño solitario. Vivía en el décimo piso donde sólo había adultos. Siempre se lo veía aburrido, sentado solo en un rincón. Sus ojos eran grandes y de mirada profunda, pero tenía una expresión de susto marcada en su rostro.
    No era normal que un niño no tuviera amigos y mucho menos que no se relacionara con la gente, ni con el mundo. Pero lo cierto es que esta criatura vivía en su mundo; un mundo lleno de felicidad, risas y juegos, donde el llanto y la tristeza no existían. Desde ese mundo era imposible tener algún contacto con los males externos, era imposible ser infeliz. Ese era el lugar donde se relacionaban todas las personas que eran como él, personas especiales que vivían de la mejor manera posible. No había día ni noche, ni línea temporal, se vivía siempre el presente sin pensar en el pasado ni esperar el futuro, ya que no existía. Nadie dejaba nada para después, ni se lamentaba de algún amor pasado; tenían una vida plena y se podría decir que casi perfecta.
    Sin embargo, los padres del niño se lamentaban, porque no era “normal” y al verlo solo, asustado y aislado, se les ocurría que era infeliz, que estaba sufriendo la peor de las desgracias. Decidieron entonces iniciar una serie de tratamientos con psicólogos, neurólogos y psiquiatras. Tras eses de sesiones y de tomar varios medicamentos, sus padres comenzaron a notar que de vez en cuando el niño se conectaba con al realidad, era capaz de percibir algo y luego volvía a su mundo.
    Así ocurrió durante varios años, y cada vez era mayor el período en el que el niño se hallaba fuera de su mundo, hasta que llegó un momento en el que no regresó nunca más. Se acabó esa vida perfecta, la continua felicidad, los colores y dejó de ser un privilegiado. El joven, que ya no era un niño, sintió una terrible angustia ya que se sentía ajeno a ese sitio.
    Si tan sólo sus padres hubieran comprendido que el hecho de vivir de una manera tan distinta llenaba su espíritu, no habrían hacho nada para cambiarlo…

    Amalita F.
    2º C

    Un viaje sin fin

    La familia Johnson era la más unida del vecindario. Una familia totalmente normal, dos padres, dos abuelos y una única hija. Jessica, una niña de trece años que asistía todos los días al colegio como cualquier niña de su edad. Era muy simpática y se llevaba muy bien con su familia.
    Los padres de Jessica, Michael y Jane, eran médicos de fronteras, por lo que viajaban constantemente pero estaban de vacaciones por dos meses ya que era el cumpleaños de la niña. Festejaron con una gran fiesta porque su niña alcanzaba ya los fabulosos catorce. Al finalizar le dieron las buenas noches y se fueron adormir. A la mañana siguiente Michael y Jane salían de viaje a un lugar remoto al que sólo se podía llegar en un pequeño avión. Se despidieron en la casa de su niña y encomendaron a los abuelos que cuidaran muy bien de Jessica en su ausencia, ya que posiblemente duraría meses. Jessica estaba en su ventana llorando esa mañana lluviosa, viendo cómo sus padres subían esa mañana a un taxi.
    Desde ese día Jessica les preguntaba a sus abuelos cuándo iban a regresar sus padres. El problema fue cuando pasaron muchísimos mese y no aparecía nadie. Toda la familia se empezó a preocupar; avisaron a las autoridades, pero todos respondían lo mismo, que ningún matrimonio Jonson había tomado un avión aquel día. Jessica comprendió ese día que sus padres no iban a regresar.
    Pasaron años y ella creció. Sus abuelos todas las noches le contaban historias acerca de las fabulosas aventuras de sus padres. Un día, espiando un baúl secreto que estaba en el sótano, encontró planos y mapas de una ciudad muy antigua a donde ellos se dirigían.
    Jessica, ya con veintidós años, decidió realizar su búsqueda para encontrara a sus padres. Partió el mismo día de su cumpleaños recordando aquella tan melancólica fecha. Y así empezó su viaje sin fin.



    Pablo Carrera
    2º C
    Ojalá que las nubes se evaporen cuanto antes
    Para que pueda ver el cielo con todos sus colores.
    Ojalá que el soplo del viento sea tan cálido como antes
    Para poder salir a buscarte donde estés,
    Donde estés…
    Ojalá que el sol salga todos los días para verte
    O que un rayo de sol cruce por tu ventana…



    Facundo medina
    2º A

    domingo, 23 de agosto de 2009

    24 de agosto: A 110 años del nacimiento de Jorge Luis Borges


    Los libros y la noche

    Cuenta la leyenda que los elegidos de los dioses reciben, junto con los dones, oscuros designios del destino. Y Borges no fue la excepción. Vivió una profunda contradicción: lector infatigable, reconocido escritor y, al mismo tiempo, ciego. Amaba los libros, leía en varias lenguas, tradujo a los nueve años a Oscar Wilde, se crió en una biblioteca total, eligió la escritura como oficio. Felizmente, poseía una prodigiosa memoria -recitaba, en noches de insomnio, páginas que había leído hacía años- que, de algún modo lo compensó. La fama y la ceguera le llegaron lentamente; asumió ambas con pudor, valentía y resignación; nunca se quejó, tampoco se vanaglorió de sus éxitos. Sin embargo, como a Tiresias, la ceguera enriqueció su sabiduría.
    Esta jugada del destino tuvo un efecto inesperado. Con el distanciamiento del mundo visible, su lenguaje adquirió matices que señalan un cambio en su concepción de la escritura. En el inicio, su lengua de poeta joven juega con palabras vivaces y luminosas para describir el mundo inmediato: la realidad es entonces "íntima y fácil".
    En aquellos tiempos juveniles "no engañan los sentidos, engaña el entendimiento", asegura, y lo confirma con vocablos -puro color, sabor y textura-, imágenes de la realidad. Se escuchan frases llenas de luz y gestos sencillos: "en los huecos hondos se aquerenciaba el cielo"; "la acrimonia gustosa del tabaco enardeciendo la garganta"; "el viento largo flagelando nuestro camino"; "zaguanes entorpecidos de sombra"; "calles desganadas del barrio"; "la amistad oscura de un zaguán, de una parra, de un aljibe", y tantas otras. Son textos esencialmente descriptivos, tejidos con madrugadas pampeanas, tapias rosadas, callecitas de barro elemental, madreselvas, suburbios y atardeceres que transmiten, vívidamente, la inmediatez del mundo que penetra por los sentidos.
    A medida que anochecían sus ojos se transformó su escritura. Se hizo abstracta, profunda y se pobló de metáforas "mal desasidas de la corporeidad". Es entonces cuando aparece con nitidez la rigurosa urdimbre que sostiene su obra, compuesta de laberintos, perplejidades, enigmas, nombres secretos de la divinidad e infinitos tigres azules. Ninguno de estos elementos son azarosos en ella; por el contrario, son parte de un universo complejo, lúcido, erudito, que hacen al corazón de su obra.
    El desasimiento de lo sensible lo invitó al recogimiento y al ejercicio del puro pensar. Algunas palabras se van apagando en su escritura -que es su vida misma- al tiempo que se llena de misterio. Su estilo se hace más elegante y depurado, pero también más especulativo y aparecen, con inusitada frecuencia, aquellas ambiciosas palabras: infinito, tiempo, eternidad, que, una vez pronunciadas, estallan. Esta lengua de las puras ideas juega con los argumentos ontológicos, las paradojas de Aquiles y la tortuga, las bibliotecas infinitas; teoriza sobre universos paralelos, el inconcebible Aleph, la ignota divinidad o la "otra" muerte.
    Quizás el lento crepúsculo legado por los Hados le abriera insospechados senderos de sabiduría; con seguridad le inspiró uno de sus mejores poemas:

    Nadie rebaje a lágrima o reproche

    esta declaración de la maestría

    de Dios, que con magnífica ironía

    me dio a la vez los libros y la noche.



    Cristina Bulacio
    (Escritora y doctora en Filosofía)
    Fuente: La Gaceta 23/08/09

    (Jorge Luis Borges nació el 24 de agosto de 1899)



    Pagina asesina


    En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.

    Fin

    Julio Cortázar

    Cenizas


    Hemos dicho palabras,
    Palabras para despertar muertos,
    Palabras para hacer un fuego,
    Palabras donde poder sentarnos
    Y sonreír…
    Nos hemos arrodillado
    Y adorado frases extensas
    Como el suspiro de las estrellas.
    Frases como olas,
    Frases como alas.
    Hemos inventado nuevos nombres
    Para el vino y para la risa,
    Para las miradas
    Y sus terribles caminos.

    Alejandra Pizarnik
    (Escritora argentina 1936-1972)

    Deseo

    Tan sólo
    Un beso blanco,
    Sin tiempo ni espacio,
    Sin cielo ni suelo.
    Tan sólo
    Un silencio
    Habitado de sueños hondos
    Para estar junto a vos.

    Cuando la luna
    Me pueda despertar.
    Cuando todos los sueños
    Se enciendan
    En las manos cansadas.
    Cuando estas paredes
    Se empapen de colores,
    Cuando deje de imaginar
    el fondo de tus ojos.
    Cuando deje de adivinar
    El invierno en tu boca,

    Cuando logre cruzar
    En un solo paso.
    Cuando al fin me mires

    Y ya no te extrañe más...

    Nereida

    Aunque no estés, tu nombre permanecerá entre mis labios...aunque te vayas de mi boca, jamás de mí saldrá un adiós.

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    P. Sirena

    viernes, 14 de agosto de 2009


    Muchas cosas y nada...

    Muchas cosas deseamos, muchas cosas queremos; con muchas cosas soñamos pero nada tenemos, nada nos invade y nadie se da cuenta. No lo van a hacer, sólo cuando tristes sean, por su egoísmo, por su avaricia, porque la tristeza de otros sólo a algunos le importa.


    Patricio Sirena

    Aunque el fin llegue, yo no tendré miedo. El que termina es él, yo seguiré... y aunque pocos se den cuenta, yo estaré ahí.



    Patricio Sirena

    2º A

    INVITACIÓN



    Invitamos a todos los alumnos a participar de la 7ma edición del Concurso de Cuentos y Ensayos "Había una vez...", organizado por el Colegio Santa Catalina.

    La temática es libre para todos los niveles, y la extensión máxima es de tres páginas.
    La fecha límite de entrega de los textos es el día 21 de agosto de 2009.
    Esperamos que se animen a participar.




    (Consultar por mas detalles de las bases del concurso a las Profesoras de Lengua del Colegio San Javier)


    martes, 11 de agosto de 2009

    Las mil y una noches

    Las mil y una noches es una célebre recopilación de cuentos árabes del Oriente Medio medieval en el estilo de historias dentro de una historia. Son cuentos que surgen uno del otro, como cajas encerradas en otras cajas. En el primero, se cuenta que el sultán Schahriar descubre que su mujer lo traiciona y la mata. Creyendo que todas las mujeres son igual de infieles ordena a su visir conseguirle una esposa cada día, alguna hija de sus cortesanos, y después ordenaría matarla en la mañana. Este horrible designio es quebrado por Scheherezada, hija del visir. Ella trama un plan y lo lleva a cabo: se ofrece como esposa del sultán y la primera noche, el rey la sorprende contándole un cuento a su hermana. El sultán se entusiasma con el cuento, pero la muchacha interrumpe el relato antes del alba y promete el final para la noche siguiente. Así, durante mil noches. Al final, ella da a luz a tres hijos y después de mil noches y una, el sultán conmuta la pena y viven felices (con lo que se cierra la primera historia, la de la propia Scherezade)
    Fuente: melomanía.blogspot.com

    "Las intermitencias de la muerte", de José Saramago

    Responde:
    Capítulo I


    1) ¿Cuándo se registra el fenómeno de la suspensión de la muerte?

    2) Si tenemos en cuenta que cada práctica social genera sus propios géneros discursivos, ¿qué discursos sociales puedes reconocer en este capítulo? ¿Sobre qué opinan?

    3) ¿Quiénes protagonizan la llamada telefónica relatada en el texto? ¿Qué se plantea en el diálogo de los interlocutores?


    Capítulo II

    4) ¿Cuál es el titular que se publica en los diarios ante el fenómeno?

    5) ¿Quién escribe la carta formal transcipta y a quién va dirigida?

    6) Menciona brevemente qué sucede con la aflicción de los distintos sectores profesionales y qué solución proponen según sus intereses.


    Capítulo III

    7) ¿Qué historia se narra en este capítulo?


    Capítulo IV

    8) ¿Cómo se califica al lector al comienzo de este capítulo?

    9) Reconoce el comentario que realiza el narrador acerca de la anterior historia relatada y qué aclaración hace.

    10) ¿Qué problema surge a partir del primer entierro del otro lado de la frontera? ¿Cómo se resuelve?


    Ojalá que te quedes conmigo

    y no te vayas con otro hombre,

    porque yo soy sólo tuyo...

    Ojalá que no te olvides de mi, mujer.

    Yo sólo te amé como me enseñaste.

    Yo sólo te amé como me dejaste...

    No hagas que luche contra la corriente.

    Ojalá que vuelvas a mí

    como lo hiciste todos estos años.

    Ojalá dejes de ser un milagro

    para que al fin los dos hagamos un sólo milagro.


    Gustavo Terán

    2º A 2009


    Tarea

    Para los que preguntan "qué hay que hacer", deben leer los textos seleccionados y escribir sus comentarios. Responder las preguntas sobre el cuento El leve Pedro, y seguir leyendo la novela "Las intermitencias de la muerte". Para esta última tarea tendrán que resolver las preguntas sobre la lectura que vayan realizando.
    Para la clase del jueves 13 traten de averiguar algunos datos sobre la vida, trayectoria y obra de José Saramago.

    sábado, 8 de agosto de 2009

    Pregunta...


    Javier Villafañe busca en vano la palabra que se le escapó justo cuando iba a decirla ¿Adónde se habrá ido esa palabra que tenía en la punta de la lengua?
    ¿Habrá algún lugar donde se juntan las palabras que no quisieron quedarse? ¿Un reino de las palabras perdidas? Las palabras que se te fueron, ¿dónde te están esperando?


    E. Galeano

    Las palabras andantes...

    Magda Lemonnier recorta palabras de los diarios, palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas. En caja roja guarda las palabras furiosas. En caja verde, las palabras amantes. En caja azul, las neutrales. En caja amarilla, las tristes. Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia.
    A veces, ella abre las cajas y las pone boca abajo sobre la mesa, para que las palabras se mezclen como quieran. Entonces, las palabras le cuentan lo que ocurre y le anuncian lo que ocurrirá...


    Eduardo Galeano
    (Las palabras andantes)

    Historia verídica



    A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
    Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.





    Fin


    Julio Cortázar

    domingo, 2 de agosto de 2009

    Sobre el cuento El leve Pedro, de E. Anderson Imbert


    1- ¿Cómo se comportan los protagonistas del cuento frente al suceso extraño que ocurre?


    2- ¿Qué tro final se te ocurre para esta historia? Escríbelo brevemente a continuación.