• miércoles, 5 de noviembre de 2008

    Cicatrices

    Una mañana, al despertar de un sueño intranquilo, me encontré transformada en un hombre.

    No sabía cómo esto había sucedido, tenía vellos por todos lados, olía mal, y mis pechos habían desaparecido.
    Creí que aquel hombre con el que había estado anoche, me había hecho algo, pero me di cuenta de que no había sido él, sino mi madre. Ella siempre había querido que sea Luciano, no una Luciana, y cuando s ele presentó la oportunidad, zazz… mi vida había cambiado. Tenía muchas cicatrices que la operación había provocado, pero la más grande se encontraba en mi corazón, ya que no podía creer que mi madre no me haya aceptado como soy; pero bueno, ¿qué tan difícil puede ser?


    Coloriin
    2º C

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