Una mañana, al despertar de un sueño intranquilo, me encontré transformada en una extraña ave. Tenía dos grandes alas con plumas de color esmeralda en vez de brazos, y un pequeño pico por boca.Estaba extrañamente posada en mi cama, allí tan solitaria, pero seguía siendo mi cama, mi habitación…y aquella seguía siendo yo misma.
Me froté los ojos intentando descubrir algún indicio de que eso era un sueño, una fantasía.
Luz María Usandivaras
2º C

No hay comentarios:
Publicar un comentario