Una mañana al despertar de un sueño intranquilo, me encontré transformada en un apila Duracell, y al lado de mi mesa de luz, de la nada, apareció un sapo que tenía por ojos dos relojes (que funcionaban aceleradamente, y despedían humo y un ruido infernal) me envolvió en su lengua y morí.
Pasé a otra vida, reencarné y ahora soy…realmente no sé qué soy.
V.
2º C
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